La sistematicidad del bullying tiene efectos negativos para todo el colectivo que está involucrado en él. Entre las muchas consecuencias, cabe destacar en las víctimas, el rechazo social asociado a problemas de tipo psicológico e ideas suicidas; en los agresores, tendencia a desarrollar conductas delictivas; y en los espectadores un incorrecto desarrollo moral.
- Consecuencias negativas para las víctimas.
Sus manifestaciones son múltiples, entre las que destaca, el miedo, estrés, fobia, desilusión, soledad, fracaso escolar, pasando incluso por el sentimiento mas irracional, el suicidio.
- El sufrimiento dilatado en el tiempo va conformando una personalidad insegura, que impide afrontar positivamente los problemas, alimentando sentimientos de culpabilidad.
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Los niveles de autoestima son tan bajos que producen desequilibrios emocionales que desembocan en depresión.
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Las relaciones sociales se ven dañadas tanto dentro como fuera del ámbito escolar. Sus principales consecuencias están relacionadas con el aislamiento escolar, menor número de amigos y dificultad para iniciar relaciones íntimas.
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El maltrato es una dificultad añadida al trabajo escolar. Existe una correlación negativa entre la conducta bullying y autoeficacia académica.
2. Consecuencias negativas para los agresores.
También los agresores están sujetos a consecuencias indeseables producto de sus acciones. Las consecuencias que se derivan a largo plazo se relacionan con el mundo delictivo. El modelo relacional del agresor se fundamenta en la violencia como forma de valoración social, apoyada y admirada por sus secuaces y testigos amorales. Esta es la única forma de estatus y poder dentro del grupo de pertenencia. En la mayoría de los casos, el agresor siente un fuerte rechazo a todo lo que está relacionado con la institución escolar. El aburrimiento y desinterés ante los contenidos curriculares son patentes y el absentismo se presenta como la única vía de escape. En otras ocasiones, sus conductas violentas requieren intervenciones punitivas asociadas a la expulsión del centro.
- Consecuencias negativas para los testigos.
La mayoría de los sujetos implicados en una situación de maltrato son los espectadores, frente a una minoría que lo sufre. Su posicionamiento puede ser a favor del agresor apoyándolo y animándolo, o por el contrario, tomando medidas desde una perspectiva moral enfrentando a los agresores o dando aviso a profesores para parar la situación. Los efectos que pueden desencadenarse en situaciones de maltrato son:
-Desensibilización. Los espectadores no reaccionan ante el sufrimiento de otros. Son incapaces de intervenir para evitarlas.
- Incomprensión. No logran a dar respuesta a tanta violencia injustificada, provocando sufrimiento.
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Indefensión. Consideran que su intervención sólo puede servir para proyectar en el agresor sentimientos de rabia y que la próxima víctima pueda ser él.
-Ansiedad. Tanto para víctimas como para espectadores. -Culpabilidad. En la medida que comprenden la injusticia de la violencia, pero no se sienten capaces de hacer algo para parar la situación.
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